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“Es asunto de todos”: 3 maneras en que los fabricantes de alimentos pueden contribuir a la seguridad alimentaria

Publicado el 10 junio, 2020 por

Garantizar la seguridad alimentaria en condiciones climáticas cambiantes es un desafío importante para la industria alimentaria de hoy en día, en especial durante la actual pandemia global de la COVID-19. Además, las cada vez más largas y complejas cadenas de suministro, la creciente población mundial y el cambio climático están presionando a la seguridad alimentaria para convertirse en una de las prioridades de salud pública. Dado el impacto que puede tener una deficiente seguridad alimentaria en la salud de los consumidores, el problema ha atraído la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo del segundo Día Mundial de la Seguridad Alimentaria que se celebra el 7 de junio de 2020.

El tema de este año “Seguridad Alimentaria, asunto de todos” sugiere que la seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida entre los gobiernos, los productores y los consumidores. Pero, ¿quién es responsable en última instancia de mantener nuestros alimentos seguros y libres de contaminantes? Según la OMS, los alimentos pueden contaminarse en cualquier momento de la producción o distribución, y la responsabilidad principal corresponde a los productores de alimentos. Por lo tanto, la revisión de procesos e implementación de medidas en las líneas de producción pueden ser cruciales para reducir los riesgos de algún incidente de seguridad alimentaria. A medida que el mundo avanza en la adopción de medidas más enérgicas para contribuir con la inocuidad alimentaria en las tecnologías de procesado y envasado de alimentos, hemos delineado tres pasos que pueden apoyar los esfuerzos de los productores, al tiempo que mantienen altos estándares de calidad:

  1. Garantizar que el equipo sea de fácil limpieza y mantenimiento
    Mantener una planta limpia es una de las medidas más eficaces para evitar problemas de contaminación ambiental. Es todavía más importante en el clima actual, ya que el mundo apunta hacia la industria alimentaria para asegurarse de que las plantas adopten precauciones de seguridad adicionales. Aunque el riesgo de transmitir la COVID-19 en la industria alimentaria es relativamente bajo por las ya estrictas exigencias reguladoras, como las “Buenas prácticas de fabricación”, se exhorta a los fabricantes de alimentos a revisar los procedimientos de higiene para considerar en dónde se requiere una limpieza adicional.

    Mientras tanto, algunos productos alimenticios, como los productos congelados o la carne y el pescado, exigen una limpieza todavía más frecuente y un seguimiento regular para evitar la contaminación bacteriana. La implementación de una estricta política de higiene de las plantas no solo es necesaria para cumplir con los requisitos normativos pertinentes, sino también para garantizar una seguridad alimentaria completa. Como tal, los fabricantes de alimentos eligen cada vez más los sistemas creados con materiales fáciles de limpiar, como el acero inoxidable, en todas las líneas de producción para minimizar el tiempo de inactividad prolongado y reducir el riesgo de alérgenos y contaminación.

    Sin embargo, para ayudar a los fabricantes de alimentos a cumplir con los diversos estándares de seguridad, los proveedores de equipos brindan cada vez más una variedad de opciones para mejorar el diseño higiénico de la maquinaria de procesado y envasado de alimentos. Un acceso más fácil a las piezas de la máquina puede simplificar aún más los procedimientos de limpieza. En el mejor de los casos, la limpieza se logra sin retirar los componentes; pero si es necesario retirarlos, deben tener un diseño sin herramientas y sin piezas sueltas. Además, las hendiduras, las esquinas y otras áreas donde se pueden acumular alimentos son invitaciones abiertas a la contaminación cruzada. Así que, los sistemas deben estar libres de características que generen huecos, espacios y áreas que generalmente son difíciles de limpiar.

  2. Implementación de sistemas de detección de metales
    La contaminación por metales en los productos alimenticios representa un grave peligro para la seguridad de los consumidores, y es un problema que puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena de procesado de alimentos. De esta forma, los sistemas de detección se han convertido en un requisito esencial para cualquier línea de producción, ya sea como una entidad independiente o integrada junto con otros equipos de envasado y procesado. La tecnología más avanzada permite a los procesadores identificar los riesgos potenciales en los alimentos mediante la supervisión de pequeños trozos de metal, tan pronto como sea posible, para evitar la pérdida de tiempo y de producto.

    La sensibilidad y la fiabilidad son clave para los sistemas de detección eficaces; es crucial que no se pierda nada. Además, con las líneas de procesamiento actuales que son capaces de operar a velocidades sin precedentes, los fabricantes de alimentos deben asegurarse de que su sistema de detección elegido todavía pueda funcionar con precisión a velocidades tan altas sin disminuir la productividad. Sin embargo, ante la crisis de la COVID-19, es importante verificar si los equipos de detección de metales deben recalibrarse conforme a alguna evaluación actualizada de riesgos en la inocuidad de los alimentos.

  3. Invertir en la codificación de fechas y trazabilidad
    El establecimiento de la trazabilidad en el procesado de alimentos es una forma en que los fabricantes pueden gestionar el riesgo en las líneas de producción. Permite registrar el movimiento de los productos durante las etapas de procesado, generalmente con códigos de barras o etiquetas RFID. El etiquetado preciso constituye una parte clave del control de los niveles de seguridad de los productos, de modo que los fabricantes puedan identificar rápida y eficazmente lo que hay en el envase.

    La codificación de fechas se utiliza cada vez más para mejorar la trazabilidad y cumplir con las últimas normas de seguridad alimentaria de una manera sencilla y rentable. Los sistemas de aseguramiento pueden implementarse para encontrar de forma precisa y confiable los productos que estén mal codificados o sin codificar. Estas medidas significan que los productos alimenticios poseen códigos de fecha claramente marcados, lo que reduce el riesgo de que los productos etiquetados de manera incorrecta entren en el mercado. Una vez más, es posible que sea necesario actualizar el etiquetado de la codificación de fechas después de la pandemia de la COVID-19, para cerciorarse de que se ajusta a los requisitos actuales de seguridad alimentaria.

Hacer de la seguridad alimentaria una prioridad
Si bien los negocios deben continuar, los fabricantes de alimentos a nivel mundial deben adaptar sus modelos de producción como consecuencia de la crisis de la COVID-19 para tener éxito. Con todas las miradas puestas en la industria, el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria es un paso más en la promoción de buenas prácticas de higiene e inocuidad de los alimentos en la producción. Además de representar un riesgo en la salud de los consumidores y aumentar potencialmente la propagación del virus, una deficiente seguridad alimentaria podría tener importantes implicaciones en los costos y en la marca. Asociarse con tna puede proporcionarle los procesos y herramientas adecuados para ayudarle a seguir operando de forma segura en un área altamente regulada.

Contáctenos para obtener más información sobre cómo tna puede ayudar a su empresa a optimizar la seguridad alimentaria en la producción.

 

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